La diabetes gestacional

-Definición:

La diabetes gestacional se define como una intolerancia a los hidratos de carbono que puede tener una gravedad diversa y que se inicia o es identificada por primera vez durante el embarazo. Se diagnostica una diabetes gestacional a un 9 a 14% de las mujeres embarazadas. Los criterios utilizados para el diagnóstico son específicos del embarazo y difieren de los que se emplean para el diagnóstico de la diabetes o la intolerancia a la glucosa fuera del embarazo.
La American Diabetes Association recomienda que las mujeres embarazadas se sometan a un examen de detección de la diabetes gestacional a las 24-28 semanas de gestación mediante una prueba de sobrecarga oral de glucosa de 50 g y determinación de glucemia a 1 hora, que se realiza a cualquier hora del día y sin tener en cuenta el tiempo transcurrido desde la última comida. Si la concentración de glucosa en plasma es 140 mg/dl, (7,8 mmol/l debe efectuarse una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) con 100 g de glucosa y determinación de glucemia horaria hasta 3 horas.
En las mujeres de muy alto riesgo puede pasarse directamente a la PTGO, sin el paso de detección preliminar. La PTGO se realiza después de una noche en ayunas de 8-14 horas y tras 3 días de sobrecarga de hidratos de carbono.
La determinación de la glucosa con tiras reactivas y reflectómetros no se recomienda para la prueba de sobrecarga de 50 g a 1 hora ni para la PTGO de 100 g y 3 horas, ya que la precisión de este método es relativamente baja en comparación con los análisis estándares de laboratorio.

-Objetivo:

A veces, una paciente presenta inicialmente una cetoacidosis diabética; es probable que estas pacientes tengan una diabetes mellitus de tipo 1 no diagnosticada con anterioridad. La mayor parte de las mujeres con una diabetes gestacional no suelen presentar una hiperglucemia tan intensa que pueda poner en peligro la salud y el bienestar de la madre.
En consecuencia, las cuestiones que motivan una preocupación inmediata giran en torno a la salud y el desarrollo del feto. No obstante, la diabetes gestacional constituye un factor de riesgo importante para la posterior aparición de una diabetes.
-Morbilidad y mortalidad fetales
En series recientes de embarazo con diabetes gestacional diagnosticados y tratados en un contexto de neonatología moderna se describen unas tasa de mortalidad perinatal significativamente elevadas. La macrosomía (peso aumentado) fetal y otras alteraciones del feto continúan siendo problemas importantes en estos embarazos.
El mecanismo que subyace en los problemas citados parece ser la hiperinsulinemia fetal, según lo descrito por la hipótesis de Pedersen, es decir, hiperglucemia materna, hiperglucemia fetal, hiperinsulinemia fetal, macrosomía, muerte fetal, hipoglucemia neonatal.
Dado que la glucosa atraviesa con facilidad la placenta por difusión, la hiperglucemia materna, aunque sea de un grado leve, se transmite al feto. El páncreas fetal puede ser inducido a secretar insulina por la hiperglucemia materna.
La prueba de la glucosa detecta la diabetes gestacional, una alteración en el metabolismo de la glucosa que a veces ocurre en el embarazo, habitualmente en la segunda mitad, cuando las hormonas propias de la gestación dificultan la acción de la insulina y provocan una elevación de las concentraciones de glucosa en la sangre, especialmente después de las comidas.
Se caracteriza por una dificultad en la utilización de los hidratos de carbono por parte del organismo y se da con más frecuencia en gestantes mayores de 30 años o con antecedentes familiares de diabetes, obesidad o embarazos con diabetes gestacional anteriores.

-Cuando realizar la prueba:

Es un tipo de diabetes que no presenta síntomas y por eso entre las 24 y las 28 semanas de embarazo se practica a todas las embarazadas el test de O’Sullivan, una prueba ambulatoria con la finalidad de identificar si tienen posibilidades de padecer esta alteración, lo cual se confirmaría después con la prueba de la glucosa.
La diabetes gestacional es un exceso de azúcar en la sangre que algunas mujeres (y especialmente las latinas, afroamericanas, amerindias, asiáticas)) padecen durante el embarazo. Debido a que esta enfermedad no causa síntomas, hacer esta prueba es la única forma de saber si la padece.
Como cualquier prueba de diagnóstico, la prueba de detección de la glucosa no le dará un diagnóstico exacto sino más bien está dirigida a identificar a tantas mujeres como sea posible, que podrían padecer de un problema y necesitan más pruebas para determinarlo
Si el resultado ha resultado positivo en la prueba inicial, habrá que pasar por una prueba más larga y más exacta, que se denomina curva de la glucosa o prueba de tolerancia a la glucosa (ogtt, por sus siglas en inglés) o como ya hemos señalado (PTGO) en español. A través de esta se podrá saber si se tiene diabetes del embarazo.
Es posible que se haga la prueba antes de las 24 semanas, si una de las pruebas rutinarias de orina muestra que hay una cantidad elevada de azúcar en la sangre (glucosuria), o si se sospecha que existe un riesgo alto de padecer diabetes gestacional. Si los resultados son normales, se volverá a hacer una prueba entre la semana 24 y 28 de embarazo.
Obviamente, si ya se ha diagnosticado diabetes antes del embarazo, no se necesitará hacer la prueba. En vez de eso para controlar esta enfermedad durante tu embarazo, se realizarán glucemias en ayunas y control de la hemoglobina glicosilada, para saber que la situación está compensada.
Si la lectura no es normal (es demasiado alta), algo que ocurre entre el 15 y el 23 por ciento de las veces, se ordenará que realizar una prueba que dura tres horas y que se conoce como la curva de la glucosa, para ver si realmente estamos ante una diabetes del embarazo.
Afortunadamente, la mayoría de las mujeres a las que les resulta positiva la primera prueba, no tienen diabetes del embarazo, en el mundo 1 de cada 7 (14%) de las mujeres tiene diabetes gestacional y en España, aproximadamente 9 de cada 100 embarazadas.
En caso de confirmarse el diagnóstico, es conveniente que el seguimiento del embarazo sea en forma conjunta con un endocrinólogo, para llevar una dieta adecuada, el aumento de peso no sea excesivo, a ser posible solo un 1kg. por mes, no haya picos de hiperglucemia y en el peor de los casos cetosis, que harían peligrar la adecuada evolución de la gestación.