La más frecuente es el Trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDH) que afecta hasta un 30% de las mujeres hasta los 49 años y se incrementa hasta el 42% en las mujeres con la menopausia. Cerca de una de cada tres mujeres tiene alguna disfunción sexual.
El TDSF consiste en la ausencia persistente o recurrente de fantasías sexuales y/o actividad sexual que causa una angustia personal.La deficiencia de testosterona está ligada a la disminución de la sensación de bienestar, mayor depresión, la reducción del deseo sexual, la receptividad y la excitación sexual.
La menopausia quirúrgica (extirpación de ovarios) provoca la caída drástica del alrededor del 50% de los niveles de testosterona, siendo estas mujeres el grupo de mayor riesgo de padecer TDSH.
Los problemas de disfunción sexual femenina tienen una alta prevalencia, hasta un 30% de las mujeres los sufren, siendo la principal causa la falta de deseo sexual, que se manifiesta en un 16% de las mujeres hasta los 49 años y se incrementa hasta el 42% a partir de los 50 años.
El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) consiste en la ausencia persistente o recurrente de fantasías sexuales y/o deseos de actividad sexual que causa una angustia personal y problemas de relación interpersonal.Falta de deseo sexual: primera causa de disfunción.
Tipos de disfunción:
-Trastorno del Deseo Sexual
-Trastorno de la Excitación
-Trastorno del Orgasmo
-Vaginismo
Todos estos trastornos suelen estar relacionados entre sí y tienen un gran impacto psíquico y físico en la mujer.
Las Disfunciones Sexuales Femeninas (DSF) se clasifican en Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo, Trastorno de la Excitación y Trastorno del Orgasmo y su prevalencia en Europa coincide con la de EEUU situándose entre el 27% y 30% siendo la primera causa en Europa la falta de interés sexual; la segunda causa, los problemas de orgasmo; la tercera causa, los problemas de lubricación y la cuarta, los problemas de dolor al mantener relaciones sexuales.
Hoy sabemos que ciertas enfermedades de transmisión sexual, la incontinencia urinaria y los problemas emocionales coexisten con un claro aumento del problema de la disfunción sexual femenina y, viceversa, el problema de la disfunción sexual femenina se ha visto que coexiste claramente con mayores problemas de insatisfacción sexual.
Las mujeres con factor de riesgo de sufrir TDSH son las histerectomizadas, las que toman antidepresivos y las que sufren incontinencia urinaria. La cirugía de extirpación de los ovarios y útero, la toma de determinados fármacos y la incontinencia constituyen el mayor riesgo de padecer TDSH.
Qué es la disfunción sexual: Se considera una patología, un trastorno, que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la persona: disminuyen o desaparecen los pensamientos, las fantasías sexuales, se postponen o se evitan las relaciones, hay una incapacidad para disfrutar, no hay satisfacción y esto crea malestar y preocupación personal porque afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales.
Supone una perdida del deseo sexual de forma significativa, recurrente y persistente, unas veces la perdida es progresiva pero en la mayoría de los casos se produce una perdida brusca del deseo, una ausencia total del deseo sexual con mucha preocupación y malestar porque las mujeres refieren sentirse mal y buscan soluciones a su problema consultando en primer lugar a su gInecólogo», explica la sexóloga y psicóloga clínica Rosario Castaño, Directora de la Unidad de Disfunción Sexual Femenina del Centro Médico Instituto Palacios de Salud de la Mujer.
Impacto de la DSF en la calidad de vida: La falta de deseo es uno de los trastornos más comunes sobre todo en mujeres con menopausia quirúrgica y las que tienen una sintomatología menopáusica importante. Este trastorno no suele remitir sin tratamiento y es una de las causas de consulta médica más frecuente.
Los trastornos sexuales y en especial el Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo afectan a la autoimagen y la calidad de vida, porque la mujer se percibe y se siente menos femenina, con poca autoestima, insegura y preocupada, esto repercute en su calidad de vida y en su relación de pareja. Estas mujeres con disfunción sexual tienen más riesgo de empeorar su calidad de vida porque tienen poca satisfacción física y poca satisfacción emocional.
La mujer menopáusica y el TDSH:
La menopausia natural y sobre todo la menopausia quirúrgica tienen una repercusión importante sobre la salud las mujeres, supone un cambio hormonal importante y sus consecuencias sobre la salud en general y en la sexualidad está siendo estudiada con detenimiento, tanto la percepción que las mujeres tienen sobre su sexualidad, los cambios que perciben y la demanda que están teniendo en las consultas medicas.
Los síntomas más frecuentes que presentan las mujeres en la etapa de la menopausia natural o quirúrgica suelen ser: sofocos; cambios de humor; pérdida de energía; problemas genitourinarios; problemas sexuales. El 14% de las mujeres menopáusicas están histerectomizadas.
El papel de la testosterona: Desde el punto de vista hormonal se ha avanzado en el conocimiento de la relación de las hormonas y la menopausia. Si hasta la fecha se había centrado en el papel de los estrógenos diversos estudios clínicos han demostrado el importante papel que tienen los niveles de testosterona.
La testosterona tiene un papel fundamental y está relacionada directamente con el deseo sexual y la motivación sexual. La testosterona es la única hormona que tiene una relación clara con estos aspectos de la función sexual femenina.
Existen en la menopausia dos cuadros diferenciados de síntomas en función de las deficiencias de estradiol (estrógenos) o de testosterona. Así, la deficiencia de estradiol está relacionada con los sofocos, los sudores, los cambios de humor, la perturbación del sueño y la sequedad vaginal, ésta última es muy importante para una satisfactoria relación sexual.
Hasta la fecha no se había dado importancia a la deficiencia de testosterona sin embargo hay que dársela ya que está directamente relacionada con la disminución de la sensación de bienestar, mayor depresión, la reducción del deseo sexual, la receptividad y la excitación sexual y protección cardivascular.
Avances en el diagnóstico y tratamiento del TDSH:
Hasta hace pocos años, no existían pruebas diagnósticas eficaces para detectar el TDSH.Un avance significativo es la validación de los cuestionarios de sexualidad aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) para detectar las mujeres que tienen problemas sexuales.
Estos cuestionarios ya han sido validados para su aplicación en España. Consisten en dos tipos de cuestionarios: uno para detectar las mujeres que sufren problemas de disfunción sexual y otro, para detectar dentro del grupo con disfunción sexual a cuáles esta situación les causa preocupación, para poder hablar de trastorno y establecer un diagnóstico de disfunción sexual la mujer tiene que tener problemas sexuales, pero que le preocupen y quiera mejorar.
El tratamiento del diagnóstico del TDSH tiene dos componentes: un tratamiento farmacológico y un tratamiento psiciosocial. Hay pacientes que se van a poder beneficiar de nuevos tratamientos, como es el nuevo tratamiento del parche de testosterona mediante el que se aplica las dosis más bajas de testosterona y se ha demostrado en ensayos clínicos gran eficacia y seguridad.
Se comercializaba con el nombre de intrinsa.Pero los parches de Intrinsa fueron retirados en Europa por motivos comerciales en octubre de 2012.
Los parches de Intrinsa contienen el ingrediente activo testosterona, que es lo mismo que la hormona sexual que se produce naturalmente tanto en hombres como en mujeres.
La testosterona es conocida como un andrógeno( hormona masculina). En las mujeres, los ovarios también la producen en pequeñas cantidades.
Los ovarios también producen grandes cantidades de la hormona sexual femenina estrógeno (estriol, estrona y estradiol) y progesterona (el principal gestágeno), otros gestagenos son el pregnandiol y la pregnenolona, en cantidades varibles, según el momento del ciclo menstrual, durante toda su edad fértil, lo cual va declinando en el climaterio, hasta cesan la menstruaciones en la menopausia.
Durante la menopausia, la estrona es el estrógeno predominante el cual aumenta por cambio periférico de los andrógenos especialmente suprarrenales, pero es 10 veces menos potente que el estradiol.
En ambos sexos, las hormonas precursoras (específicamente la testosterona) son convertidas por aromatización a estradiol. En particular, el tejido adiposo es activo en convertir los precursores a estradiol, y continúan haciéndolo aun después de la menopausia. El estradiol también es producido en el cerebro y en las paredes arteriales.
El efecto del estradiol (y otros estrógenos) en la reproducción masculina es compleja. El estradiol es producido en las células de Sertoli de los testículos, proviene de la aromatización la testosterona a estradiol. Su función es prevenir la apoptosis de las células de esperma masculina.
Varios estudios han notado una disminución en los conteos de espermatozoides en varias partes del mundo, y la exposición a estrógenos en el medio ambiente ha sido postulado como la causa. La supresión de la producción de estradiol en una subpoblación de hombres subfértiles podría mejorar el análisis de semen.
Existen otros medios no hormonales como las isoflavonas,de origen vegetal (fitoestrógenos) para aliviar los síntomas propios de la menopausia, por su actividad estrogénica, se ha difundido su uso.
Al cabo de numerosas investigaciones se pudo comprobar que el comportamiento dietético de la población tradicionalmente consumidora de fitoestrógenos (en China) se tradujo en un retardo y menos trastornos ligados a la menopausia.