Citocinas y obesidad
La sobreexpresión de la kidney androgen-regulated protein (KAP) en el riñón evita el aumento de peso corporal producido por la ingesta de una dieta rica en grasas.
Un estudio liderado por la Dra. Anna Meseguer, jefe del grupo de CIBBIM-Nanomedicina Fisiopatología Renal del Instituto de Investigación Vall d´Hebron (VHIR) ha demostrado el rol de la proteína KAP en el control del desarrollo del síndrome metabólico producido por la ingesta de una dieta rica en grasas. La generación de un modelo de ratón transgénico en el que el gen de KAP está sobreexpresado de forma específica en las células del túbulo proximal renal, el mismo sitio donde se expresa esta proteína de forma endógena, ha puesto en evidencia el papel de KAP en el control del síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. Este trabajo se ha publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, y ha contado con la colaboración del Dr. Josep Villena, responsable del laboratorio de Metabolismo y Obesidad de la Unidad de Investigación en Diabetes y Metabolismo del VHIR.
En estudios previos se habían asociado unos menores niveles de la proteína KAP con la nefropatía diabética y la aterosclerosis, dos patologías que conviven con el síndrome metabólico. La Dra. Meseguer asegura que «el modelo de ratón transgénico de KAP ha permitido observar que la sobreexpresión de KAP en el riñón protege de la resistencia a la insulina, la hipertensión, la esteatosis hepática y la inflamación del tejido adiposo, inducidas por una dieta obesogénica rica en grasas». En un sistema celular, los autores del trabajo demuestran también que KAP actúa previniendo la producción de IL-6 por TNF, vía clave y muy relevante en el desarrollo del síndrome. Así mismo, se demuestra que la proteína KAP está secretada en el espacio extracelular, atribuyéndole un efecto hormonal en tejidos diana como el adiposo y, posiblemente, el hígado.
El estudio:
Junto con trabajos previos del mismo grupo, pone de manifiesto que la proteína KAP, específica del riñón, tiene un papel clave en la inducción y la activación de varias vías extrarenales relacionadas con enfermedades cardiovasculares y metabólicas de gran impacto, tanto en la salud de la ciudadanía como en el gasto sanitario, como la obesidad y la diabetes. En este sentido, KAP podría constituir una buena diana terapéutica para combatir el síndrome metabólico.
Este y otros trabajos del grupo de la Dra. Meseguer demuestran de forma clara el papel de la KAP y, en consecuencia, del riñón y de los andrógenos, en el control de la enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo 2. El riñón deja de ser un elemento pasivo en la enfermedad para convertirse en elemento activo en el control de la misma. Este es un concepto innovador y no reconocido que merece ser resaltado y considerado.
El síndrome metabólico:
El síndrome metabólico se puede definir como un conjunto de desórdenes metabólicos derivados, en parte, de unos hábitos de vida poco saludables, como por ejemplo el sedentarismo y una ingesta calórica excesiva y poco equilibrada. Actualmente el síndrome metabólico empieza a cualificarse de epidemia global, ya que afecta el 30% de la población adulta en países occidentales y a un 44% de ciudadanos de USA mayores de 50 años. Tiene un impacto muy negativo en la salud de la ciudadanía y en el control del gasto sanitario.
El síndrome metabólico aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o de desarrollar diabetes tipo 2. A nivel celular y molecular esto es debido a efectos como la inflamación crónica en el tejido adiposo, imprescindible en el desarrollo de disfunciones metabólicas relacionadas con la obesidad, la resistencia a la insulina, la disfunción renal endotelial o el estrés oxidativo, entre otros.
Fuente: IM
Comentario:
Se ha investigado en otros estudios la relación entre las concentraciones séricas de las citocinas proteína C reactiva (PCR), factor de necrosis tumoral (TNF) -α e interleucina (IL) -6, y obesidad y adiposidad visceral.
En general, las concentraciones séricas de PCR, TNF-α e IL-6 se correlacionaron significativamente con el peso, el IMC(índice de masa corporal), la circunferencia de la cintura, la circunferencia de la cadera y la relación cintura-cadera. En sujetos obesos, la PCR y la IL-6 se correlacionó significativamente con el IMC, la circunferencia de la cintura y el tejido adiposo visceral. El análisis de regresión múltiple mostró que la PCR estaba significativamente asociada con el IMC, mientras que la IL-6 estaba significativamente relacionada con la adiposidad visceral en sujetos obesos.
Las asociaciones positivas de obesidad y adiposidad visceral con niveles elevados de citoquinas sugieren la importancia de reducir la obesidad y la adiposidad visceral para prevenir elevaciones en los niveles de citocina. Se ha llegado a la conclusión de que KAP, podría actuar como un producto similar a hormonas en tejidos extrarenales, al prevenir los eventos relacionados con la inflamación que están mediados, en parte, a través de la vía IL-6 y otros mediadores que potencian las respuestas inmunes e inflamatorias.